lunes, 16 de noviembre de 2009

Una marsopa que baila charleston.


Un tema con claridad en su estructura, acompañado de una disposición de sucesos bien ordenados puede ahorrarnos días e incluso meses de desarrollo disperso.
Así es como suelo desarrollar un texto, a base de ejercicios y pruebas error-ensayo.

La literatura tiene más relación con el boxeo que con el arte.

Quizá nací averiado del músculo de la inspiración, porque nunca me he sentido inspirado. No creo en la inspiración, sino en la posibilidad de crear las condiciones para que escribir suceda.

A diferencia de muchos queridos amigos que me aseguran escribir en estado de trance, seducidos por las musas, yo tengo que dedicar mucho tiempo al estudio, la observación y la contemplación pausada: Camino durante horas, cuento los pasos de una manzana a otra, observo una grieta en la pared, recojo una flor, una piedra, puede ser cualquier piedra, de preferencia redonda; entonces toco la piedra, le cambio el nombre, le llamo Dios o Moneda, entonces coloco en un altar esa piedra que ya no es piedra y le rezo como a un Dios olvidado y personal. Ya cansado de rezar, dejo de llamarle Dios y le llamo Moneda, me echo la moneda en el bolsillo y salgo a comprar con ella un paquete de cigarros. La chica del Wal-Mart me da los cigarros, coloco la moneda en su mano, miro a la chica con ansiedad esperando el cambio, ¡esto es una piedra! me dice, yo insisto que es una moneda, ella insiste que es un apiedra, yo insisto que es una moneda, el gerente dice que es una piedra, yo insisto que es una moneda, el policía insiste que es una piedra, yo insisto que es una moneda. La fila de gente furiosa asegura que es una piedra. El policía me grita que agache la cabeza para entrar en la patrulla, me exige que escriba mi nombre verdadero en el acta, me dice que tengo derecho a una llamada. Le pido que me devuelva mi moneda para hacer la llamada ¿cuál moneda? La que usted me quitó, el policía se consterna, ah, querrás decir tu "piedra", yo insisto que es una moneda, el policía no discute mas, al final me devuelve mi moneda y se coloca detrás de mí cruzando los brazos, disculpe ¿me podría dejar solo para hacer mi llamada? Y el policía dice que no, que quiere ver cómo introduzco mi “piedra” en el teléfono. Discutimos de nuevo, pero un superior le dice que me deje hacer la llamada a solas. El policía le explica al superior lo de la “moneda-piedra” el superior se acerca, me arrebata la moneda, achica los ojos, la examina y dice ¡esto es una piedra! Entonces me toma muy fuerte del brazo y me dice: quiero ver que introduzcas esta chingadera en el teléfono, y si no lo haces te vamos a encerrar quince días, por burlarte de la autoridad..., qué fastidio ¿a caso todo el mundo se ha vuelto loco? no importa, tomo la moneda, introduzco la moneda en el teléfono, marco tu número y te digo que estoy detenido, tú suspiras fastidiada y dices: déjame adivinar, ¿otra vez tu pinche piedra?, Los policías se miran y se preguntan sorprendidos ¿cómo lo hizo cómo lo hizo? Yo trato de convencerte para que pagues la fianza, tú sueltas una carcajada y me dices que no puedes ¿por qué no puedes? Porque soy tu conciencia, y las conciencias no usamos efectivo, ah… te digo, pues ah… me dices. Entonces una marsopa gigante salta por la venatna, devora a los dos policías, yo saco mi harmónica en Si bemol y tomados del brazo, la marsopa y yo salimos del ministerio público, bailando charleston muy contentos.

6 comentarios:

Anónimo dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Juan Mauricio Peña dijo...

uf, señor Farrago (me gusta más con tilde, pero bueh, el diccionario autoriza ambas opciones), me parece excelente este texto. De verdad me gustó. De verdad, esta vez le sucedió bien lo de la escritura. Saludos.

Anónimo dijo...

Jajajajaja la verdad que no me culego a leer muchas cosas pero tu historia me atrapó.
Aguantes las marsopas, casi pierdo el bondi por leer! me voy corriendo.




















Anónimo dijo...

Jajajajaja la verdad que no me culego a leer muchas cosas pero tu historia me atrapó.
Aguantes las marsopas, casi pierdo el bondi por leer! me voy corriendo.

Unknown dijo...

Me quede leyendo jajaja impresionante.

Unknown dijo...

Me quede leyendo jajaja impresionante.